La clínica Mayo afirma que el herpes labial es causado por el virus del herpes simple. Este virus se propaga a través del contacto piel con piel, como los besos y el sexo oral, y al compartir cuchillas de afeitar, utensilios para comer o toallas. Una vez que una persona ha tenido un brote, el virus permanece latente en las células nerviosas de la piel de la boca, lo que hace que sea probable que se produzcan futuros brotes.
No hay cura para el virus del herpes simple, pero los afectados pueden tomar medidas preventivas para reducir el número de brotes, según WebMD. Aplique un bálsamo labial protector solar para reducir los brotes debidos a la exposición al sol, y evite los alimentos que se sospecha que desencadenan llagas, como gelatina, chocolate y nueces. Lávese las manos con frecuencia y no bese a personas con herpes labial activo. Evite compartir objetos que entren en contacto con los labios de otra persona, como pintalabios o cepillos de dientes.
Las complicaciones del virus del herpes simple son raras pero potencialmente peligrosas. La Clínica Mayo advierte que las personas con eccema pueden desarrollar herpes labial en todo el cuerpo, lo que requiere atención médica inmediata. Cuando se introduce en el ojo, el virus puede provocar conjuntivitis y ulceraciones que causan pérdida de la visión o ceguera. En individuos con sistemas inmunitarios comprometidos, el virus también puede atacar los cerebros, los pulmones y el hígado.