La kimberlita es una roca ígnea de textura áspera que puede variar de verde a azul y por lo general carece de los minerales comunes a otras rocas ígneas, como el cuarzo y el feldespato. Le da su coloración azul-verde característica.
La kimberlita es generalmente pobre en los minerales que se encuentran con mayor frecuencia en las rocas ígneas porque se forma en las profundidades extremas. Subiendo de 100 a 135 millas bajo la superficie, el magma kimberlita tiende a raspar otros tipos de rocas de las paredes de su cámara e incorporarlos a su matriz. Este proceso es responsable de su textura muy áspera, parecida al asfalto. Las muestras de kimberlita a veces contienen granates y diamantes, lo que también los diferencia de las rocas ígneas más comunes.