Las carnes de órganos, arenques, champiñones y espárragos tienen un alto contenido de purinas, que se descomponen en el cuerpo para formar ácido úrico. La conciencia y el control de los niveles de purinas que se consumen ayudan a prevenir la gota. ataca y es conocida como una dieta de gota.
Los altos niveles de purina que se encuentran en las aves de corral, carne y pescado crean un mayor riesgo de desarrollar gota y pueden desencadenar ataques. Se recomienda minimizar el consumo de proteínas animales entre 4 y 6 onzas por día o eliminarlas por completo. La fructosa es el único carbohidrato que aumenta los niveles de ácido úrico. Se deben evitar los refrescos y las bebidas de frutas endulzadas con jarabe de maíz alto en fructosa. El alcohol, especialmente la cerveza, y las grasas saturadas interfieren con la capacidad del cuerpo para eliminar el ácido úrico y deben evitarse completamente durante un ataque.
Los productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, las proteínas de origen vegetal y los granos integrales satisfacen las necesidades nutricionales del cuerpo y ayudan a perder peso, lo cual es beneficioso para controlar la gota. Las proteínas de origen vegetal, las frutas, los vegetales y el jugo de frutas al 100 por ciento también son opciones saludables. Aumentar la ingesta de líquidos, particularmente agua, a por lo menos 64 a 128 onzas por día ayuda a eliminar el ácido úrico del sistema. De cuatro a seis tazas de café por día puede reducir el riesgo de desarrollar gota para los hombres.
Un exceso de cristales de ácido úrico que se asientan en las articulaciones, los tendones y los riñones causa gota, que es una afección inflamatoria similar a la artritis. A diferencia de la artritis, la dieta y el estilo de vida controlan la aparición de gota, y quienes padecen esta afección deben seguir una dieta baja en ácido úrico para evitar los brotes y reincidencias.