La huelga de Pullman en 1894 se produjo porque las negociaciones entre Pullman Palace Car Company y el American Railway Union, que representaban a los trabajadores del ferrocarril y la fábrica que trabajaban en Pullman, fracasaron, según la Encyclopedia of Chicago. Los trabajadores de la fábrica de Pullman estaban descontentos con los recortes salariales y otros actos que empleó el presidente de la compañía, George Pullman, incluyendo la pesada carga de trabajo y el pago de la biblioteca.
George Pullman había construido viviendas conocidas como Pullman City donde exigía que todos sus trabajadores vivieran. Hizo que los trabajadores pagaran para usar la biblioteca que proveía, así como la iglesia. Pullman regularmente instituyó recortes salariales y esperaba que sus trabajadores no discutieran con aumentos en las cargas de trabajo. Los trabajadores, muchos de los cuales eran miembros del American Railway Union, buscaron la ayuda del sindicato para negociar un mejor trato y pago. Pullman se negó, y el 11 de mayo de 1894, los trabajadores salieron sin la aprobación del sindicato.
Sin embargo, el 26 de junio, la American Railway Union se unió formalmente al boicot. El boicot paralizó la economía del ferrocarril y George Pullman buscó la ayuda del gobierno federal. El 2 de julio, un tribunal federal declaró ilegal la huelga. Se trajeron tropas federales para que los vagones del ferrocarril se movieran con seguridad. La violencia se produjo durante varios días, pero finalmente, los trabajadores de Pullman perdieron. Algunos regresaron a sus mismos trabajos con el mismo salario, y otros fueron incluidos en la lista negra de cualquier trabajo ferroviario en el país. Sin embargo, el sentimiento público estaba con los trabajadores, y la huelga tuvo un impacto positivo en el futuro de los sindicatos.
