Los puritanos se divertían jugando juegos, cantando canciones, celebrando con festivales y bebiendo vino y cerveza. La vida no era del todo pesimismo y tristeza para los puritanos, que solo creían en la regla fundamental de seguir La ley de Dios por encima de todo.
Aunque la vida puritana era estricta y dura, todavía había oportunidades para divertirse. Con el permiso de sus padres, a los niños se les permitió cantar y jugar juegos. Los festivales que celebran las bendiciones de Dios también fueron eventos divertidos para socializar.
A pesar de la imagen popular de los puritanos que se vestían solo con colores oscuros y serios, la ropa puritana vino en muchos colores diferentes. Los puritanos utilizaban tintes vegetales para hacer que su ropa fuera más alegre y brillante.
Otra forma en que los puritanos se divertían era el consumo moderado de alcohol. Las posadas y tabernas constituyen una parte importante de la vida puritana, especialmente para los hombres. Se alentó a las mujeres a leer, especialmente la Biblia, y muchas familias puritanas disfrutaron de la música y el baile.
Según algunos historiadores, la visión puritana del sexo prematrimonial era en realidad mucho más indulgente de lo que muchos creen. El sexo antes del matrimonio era una forma aceptable de entretenimiento, especialmente para los hombres. Algunas adolescentes incluso se embarazaron deliberadamente para convencer a sus familias de que les permitieran casarse.