Los humanos necesitan aire fresco porque limpia los pulmones y mejora la tasa metabólica, la presión arterial y la frecuencia cardíaca, de acuerdo con los Pilares de la Salud. El aire fresco también fortalece el sistema inmunológico, calma los nervios, estimula el apetito y la digestión, facilita el sueño, mejora la concentración y despeja la mente.
El aire fresco refresca y relaja el cuerpo y la mente, lo que lleva a un pensamiento claro. Maryhill Manor señala que el aire fresco altera los niveles de serotonina, lo que conduce a una sensación de bienestar. También facilita la liberación de impurezas del cuerpo.
La ventilación adecuada produce aire fresco en los hogares. Pilares de la salud no recomienda fumar en casa y alienta los ejercicios de respiración regulares. Una buena postura, como sentarse derecho, permite que los pulmones tomen suficiente aire fresco. Los ambientadores naturales, como los aceites esenciales, deben usarse en los hogares en lugar de fragancias artificiales. Las plantas mejoran la calidad del aire al absorber dióxido de carbono y contaminantes tóxicos y al liberar oxígeno. Es por esto que las plantas deben colocarse en hogares y lugares de trabajo.
Pasar tiempo al aire libre también mejora los niveles de oxígeno en el cuerpo. El aire fresco mejora los niveles de energía porque se requiere suficiente oxígeno para la producción de energía. Los purificadores de aire se pueden usar en los hogares para eliminar los contaminantes del aire y prevenir las enfermedades de las vías respiratorias superiores, como el asma, las alergias y los resfriados. Se debe evitar un entorno contaminado para evitar las consecuencias para la salud.