Los pinos son árboles coníferos o de hoja perenne que retienen sus hojas durante todo el año. El pino pierde sus agujas viejas y maduras después de varios años, aunque es menos notable porque las nuevas agujas brotan cada verano y primavera para empujar hacia atrás y reemplazar las viejas.
Los árboles coníferos, como el pino, tienen hojas en forma de agujas que son menos eficientes para captar la luz solar pero que pueden hacer la fotosíntesis durante todo el año. Las hojas delgadas son impermeables y lo suficientemente gruesas para sobrevivir a las heladas del invierno, y tienen una capa de resina que las hace menos sabrosas para los insectos. Debido a estas características, las agujas de un pino pueden permanecer en el árbol sin caerse de las ramas durante varios años.