Los elefantes tienen orejas grandes para ayudar a irradiar calor y mantenerlos frescos. Cuando los elefantes baten sus orejas húmedas, enfrían la sangre que fluye a través de los numerosos vasos sanguíneos en sus orejas. Esto ayuda a enfriar sus grandes cuerpos.
Los elefantes usan sus orejas junto con sus pies y troncos para escuchar sonidos a largas distancias. Los elefantes pueden escuchar la llamada de otro elefante desde seis millas de distancia, y pueden juzgar qué tan lejos está el otro elefante del tono de la llamada. Los elefantes también usan sus oídos para la comunicación visual. Un elefante que agita sus orejas es un signo de alegría o agresión.