El carbón, el petróleo y el gas natural se llaman combustibles fósiles porque se derivan de los restos orgánicos de los organismos prehistóricos. Los combustibles fósiles son hidrocarburos que emiten energía cuando se queman.
Los combustibles fósiles se encuentran dentro de la corteza terrestre. Son combustibles, lo que significa que pueden quemarse, y es a través de la combustión que se libera su energía. Los combustibles fósiles alimentan la sociedad actual, satisfaciendo las demandas de energía para la fabricación comercial, el transporte, la electricidad e incluso la generación de vapor. Los combustibles fósiles presentes en la Tierra no pueden ser reemplazados, y la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos estima que para 2030, las reservas de petróleo de la Tierra se agotarán. La alta demanda de combustibles fósiles está llevando a su agotamiento, lo que podría crear una crisis global en términos de producción de energía.