La conservación de la energía es importante porque el uso de fuentes de energía no renovables tiene un impacto perjudicial en el medio ambiente. El efecto total de estos cambios ambientales ha llevado al calentamiento global a un nivel que amenaza el largo plazo. Estabilidad de la vida, según National Geographic.
La gente usa fuentes de energía no renovables casi todos los días. Cuando las luces, los electrodomésticos y los dispositivos eléctricos de calefacción y refrigeración se alimentan con electricidad que proviene de centrales eléctricas de carbón, las emisiones resultantes dañan la calidad del aire circundante. La gasolina quemada por los vehículos envía contaminantes al aire. El ahorro de energía mediante el uso de menos electricidad y la minimización del uso del transporte que quema gas lleva a que entren menos toxinas en el medio ambiente. También reduce la demanda por el uso de energía no renovable.
Es imposible reducir el consumo de energía a cero debido a las necesidades de estilo de vida que las personas tienen en la sociedad moderna. Sin embargo, la conversión de fuentes de energía no renovables a renovables reduce el impacto negativo del consumo de energía en el medio ambiente. La electricidad que proviene de paneles solares o turbinas eólicas no libera emisiones tóxicas a la atmósfera. El cambio de vehículos que funcionan con gas a vehículos eléctricos o híbridos a gas también reduce las emisiones dañinas y contribuye a una mayor calidad del aire. Estas medidas de conservación pueden ayudar a frenar la tendencia del calentamiento global.
Las definiciones de conservación de energía varían, pero todas incluyen evitar el uso de electricidad cuando no es necesario. Muchas personas adquieren el hábito de dejar las luces encendidas cuando salen de una habitación; Apagarlos es una forma de conservación de energía. Algunas personas se duermen con la televisión encendida, desperdiciando electricidad. El uso del botón de suspensión, que apaga la televisión después de que se han quedado dormidos, reduce el consumo total de energía.
La calefacción y el enfriamiento representan una cantidad significativa de la energía que las personas usan. Abrir las ventanas para permitir que entre la luz en lugar de utilizar una iluminación eléctrica es una forma de ahorro de energía. De manera similar, usar ropa abrigada y bajar la calefacción un poco puede llevar a un menor consumo de energía.
Algunas personas ven la eficiencia energética como una forma de ahorro de energía, pero este uso no es aceptado por todos. Sin embargo, los dos conceptos están relacionados. La instalación de un mejor aislamiento, por ejemplo, permite a los propietarios hacer funcionar menos sus sistemas de calefacción y refrigeración, lo cual es una forma de ahorro de energía por medio de una mejor eficiencia energética.