Un ejemplo de un recurso de flujo sería el viento, la marea o la energía solar. Cualquier cosa que se llene sin la intervención humana se considera un recurso de flujo.
Los recursos de flujo solo pueden ser recursos naturales porque provienen de la Tierra. Los seres humanos no tienen impacto en el proceso, excepto para recolectar el recurso. A diferencia de los recursos renovables y no renovables, que pueden ser reemplazados o tener un uso finito, los recursos de flujo estarán disponibles para siempre siempre que no haya una catástrofe ambiental que cause un cambio repentino en la naturaleza. Los recursos de flujo se pueden utilizar sin temor a dañar el medio ambiente o el ecosistema.