Es difícil caminar sin ayuda con un peroné fracturado. Una persona con este tipo de descanso a menudo no puede poner peso en la pierna lesionada, según UK Healthcare. Normalmente, un paciente con un peroné fracturado debe usar muletas para caminar durante el proceso de curación.
La parte inferior de la pierna tiene dos huesos: el peroné y la tibia, afirma Scott & Salud blanca. El peroné es significativamente más pequeño y soporta solo alrededor del 17 por ciento del peso corporal. Aunque su tamaño comparativamente pequeño lo hace más susceptible a las roturas, las piezas de hueso fracturadas rara vez cambian de posición, por lo que la lesión no suele ser grave.
Los síntomas de un peroné fracturado incluyen dolor, hinchazón, sensibilidad, sangrado o moretones en la pierna, explica UK Healthcare. La pierna no puede soportar peso. Si el hueso roto se mueve fuera de alineación, la pierna a menudo parece deformada. Los problemas de circulación a veces hacen que la pierna o su pie se sientan fríos o adormecidos.
La primera etapa del tratamiento para un peroné fracturado es hielo, elevación de la pierna y medicamentos para el dolor, describe UK Healthcare. Una bota de yeso o botín de plástico mantiene la pierna en la posición correcta durante la curación. Las muletas se utilizan típicamente al caminar. En los descansos graves, una varilla, placa o tornillos se colocan quirúrgicamente para soportar el hueso. Después de la curación, se necesitan ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.