El azúcar puede derretir hielo porque interrumpe el equilibrio de las moléculas de agua y hace que el proceso de congelación se ralentice, lo que da como resultado condiciones que favorecen el proceso de fusión sobre el proceso de congelación. La adición de una molécula extraña, como el azúcar, produce un punto de congelación más bajo.
Este fenómeno se conoce como depresión del punto de congelación y se produce cuando se agregan moléculas externas. El azúcar, la sal y el alcohol causan este proceso. Cuando se agrega un mol de moléculas extrañas a un kilogramo de agua, esto disminuye el punto de congelación aproximadamente entre 1,7 y 1,9 grados Celsius. El punto de congelación más bajo dificulta que el agua se vuelva a congelar.