La fluctuación en los niveles de estrógeno durante la menstruación impide que el cuerpo regule su temperatura interna, de acuerdo con Everyday Health. Estos cambios reducen el rango de temperaturas centrales que el cuerpo tolera. Cuando la temperatura central aumenta, los vasos sanguíneos se dilatan para expulsar el calor, causando sofocos y sudoración.
Los sofocos son más comunes cuando una mujer entra en los años anteriores a la menopausia, de acuerdo con Everyday Health. Los sofocos pueden continuar durante una década o más después de la menopausia. La terapia hormonal ayuda a regular el estrógeno, pero las mujeres que experimentan sofocos durante muchos años después de la menopausia deben considerar cambios en el estilo de vida. Eliminar la comida picante, la cafeína y el alcohol de la dieta, usar ropa adaptable y respirar profundamente ayuda a aliviar los sofocos.
