El cuerpo humano usa lípidos para una variedad de aplicaciones, incluso como fuente de combustible, para construir membranas y proteger y aislar al cuerpo. Si ingerir demasiados lípidos puede causar problemas de salud, la ingestión de algunos es necesario. Los lípidos se producen naturalmente como aceites, grasas y ceras.
Los lípidos que son sólidos a temperatura ambiente se llaman grasas. El cuerpo humano utiliza las grasas principalmente como una fuente de alimentos de emergencia. Esto se debe a que las grasas son más densas en calorías que cualquier otro tipo de macromolécula, lo que las convierte en la sustancia más eficiente para almacenar energía. Cuando un animal come más comida de la que necesita, almacena el exceso de energía en los enlaces químicos de los lípidos. Más tarde, cuando el animal necesita acceder a estas reservas, rompe los enlaces químicos, liberando energía.Además, el cuerpo humano depende de la grasa para ayudar a aislar el cuerpo de las temperaturas frías. Otros animales usan las grasas de la misma manera, como focas, osos polares y otras criaturas que viven en climas fríos. Los lípidos repelen el agua, lo que los hace moléculas muy útiles para un cuerpo que es 60 por ciento de agua. Al utilizar los lípidos para formar membranas, el cuerpo puede canalizar y contener agua donde lo necesita. Los lípidos también trabajan para proteger algunas estructuras delicadas del cuerpo. Por ejemplo, la grasa que se encuentra alrededor de los órganos internos de un ser humano ayuda a proteger estas estructuras importantes de daños.