Las placas calientes se usan en la ciencia para calentar la cristalería en un entorno de laboratorio. Las sofisticadas placas calientes también pueden hacer que el contenido de la cristalería se mueva automáticamente, usando un agitador magnético.
Una placa calefactora es una fuente de calor portátil y de bajo costo. Esto permite a los estudiantes y científicos realizar experimentos de física térmica, como probar el cambio del estado de la materia en el agua. Muchos experimentos científicos requieren agua hirviendo, lo que exige una fuente de calor fácilmente disponible.
La temperatura afecta la forma en que se mueven las moléculas, por lo que una fuente de calor es una variable importante. El calor también puede convertir el líquido en gas. Observar las diferencias entre un sólido, un líquido o un gas es posible mediante el uso de una placa caliente.