El infrarrojo se usa para mantener las cosas calientes, leer información y verificar el calor. Los usos de la tecnología infrarroja son muy diversos porque el infrarrojo no solo detecta calor sino que produce calor en los objetos que golpea.
El infrarrojo se usa en lámparas para fines que incluyen ayudar a secar la tinta, la pintura o el papel tapiz. Los trabajadores de los restaurantes a menudo usan lámparas de infrarrojos para mantener la comida caliente mientras espera en la cocina, antes de que se sirva a los clientes. Muchas empresas usan lámparas infrarrojas en el exterior durante las estaciones más frías para ayudar a mantener a los clientes calientes. Este calor también se puede utilizar como parte de un tratamiento terapéutico. Los láseres infrarrojos también se utilizan para leer información que se ha almacenado en discos compactos.
Dado que todos los objetos calientes emiten radiación infrarroja, la radiación infrarroja se puede usar para ayudar a detectar fuentes de calor, como encontrar fuentes de contaminación térmica en el agua. El infrarrojo también se puede utilizar para inspeccionar el aislamiento térmico de un edificio. Los científicos también usan infrarrojos para detectar cómo se distribuyen los vegetales y otros recursos naturales en todo el planeta. Los químicos usan el infrarrojo para ayudar a determinar la composición y la estructura molecular de objetos particulares, mientras que los médicos usan el infrarrojo para encontrar áreas del cuerpo que están enfermas y, por lo tanto, más calientes de lo normal.
