El hidrógeno se utiliza para aplicaciones industriales, incluido el procesamiento de alimentos, el tratamiento de metales y el refino, según Hydrogen-Fuel.org. Su uso principal como combustible se encuentra en el programa espacial de la NASA.
Hydrogen-Fuel.org afirma que la industria del hidrógeno en los Estados Unidos produce alrededor de nueve millones de toneladas de hidrógeno cada año, lo cual es suficiente para alimentar de 20 a 30 millones de automóviles o de 5 a 8 millones de hogares. Grandes cantidades de hidrógeno se utilizan para hidrogenar los aceites y formar grasas, de acuerdo con la Royal Society of Chemistry. Además, se utiliza para soldar y reducir minerales metálicos. El hidrógeno líquido es valioso en la investigación de criogenia y superconductividad, ya que su punto de fusión está por encima del cero absoluto. El hidrógeno se fabrica a partir de gas metano y también se crea a través de la electrólisis del agua y las sales acuosas. Se utiliza para producir materiales clave, como amoníaco para fertilizantes agrícolas, metanol y ciclohexano, que sirven como intermediarios en la producción de productos farmacéuticos y plásticos.
El hidrógeno líquido se ha utilizado como combustible para los transbordadores espaciales y los cohetes desde la década de 1970, afirma Hydrogen-Fuel.org. Las celdas de combustible de hidrógeno alimentan los sistemas eléctricos de las lanzaderas y producen agua pura utilizada como agua potable por la tripulación. El hidrógeno también se considera un portador potencialmente ideal para las energías solar y eólica, ya que puede almacenar y distribuir energía donde sea necesario.