Los caracoles no tienen patas, sino que tienen un pie muy grande y muy plano. Los caracoles secretan una capa de moco que usan para ayudarlos a planear.
El pie de los caracoles no es realmente un pie en el sentido convencional, sino que es un órgano muscular que se extiende debajo del cuerpo del caracol. El caracol hace un movimiento de ondulación con el músculo y, a medida que se mueve, secreta un poco de moco que cubre el suelo debajo de él y ayuda a moverlo. El caracol deja un pequeño rastro de mucosidad viscosa donde quiera que vaya, aunque esto solo es cierto para la mayoría de los caracoles, no para todos.