Los búhos hibernan durante la temporada de invierno. La excepción es el búho nival, que migra a zonas más cálidas cuando llega el invierno.
Similar a los osos y otros mamíferos que hibernan, los búhos almacenan grasa corporal para pasar el invierno sin comer. Durante los meses de otoño, los búhos comienzan a consumir más alimentos y encuentran una guarida adecuada que está a salvo de los depredadores. Cuando llega el invierno, las aves entran en verdadera hibernación. Durante la hibernación, su temperatura central desciende y su ritmo cardíaco disminuye drásticamente. Durante este sueño profundo, no comen, y sus cuerpos usan la grasa para mantenerse vivos. Algunos búhos se despertarán de la hibernación si hay peligro. Esto sucede cuando un depredador penetra en el den o se acerca demasiado al búho.