La mantis religiosa no es venenosa. Las mantis tienden a tener una mala reputación debido a sus rasgos físicos y reproductivos inusuales, pero en su mayoría son inofensivas a menos que sean molestadas.
Las mantis generalmente se llaman "mantises de oración" debido a la forma en que se doblan sus extremidades anteriores. Este rasgo es una postura de ataque que permite a una mantis golpear rápidamente a su presa sin movimiento previo. Las mantis son conocidas por practicar el canibalismo sexual. Esto significa que la mantis femenina generalmente se come al macho después del apareamiento, aunque no siempre es así, ya que algunos machos logran escapar. Las mantis religiosas tienen un camuflaje natural que las hace difíciles de detectar.