Rimadyl no es seguro para los seres humanos, aunque una vez fue aprobado para uso humano de 1988 a 1998, como lo indica la Farmacia del Pueblo. La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos clasifica el medicamento como un no esteroide Medicamento antiinflamatorio. Rimadyl se administra a animales, principalmente perros, en forma de tabletas masticables.
Rimadyl es más a menudo recetado por veterinarios para mascotas con dolor e inflamación de osteoartritis. Puede compararse con la aspirina que se administra a los seres humanos y se puede prescribir a las mascotas temporalmente o para un tratamiento prolongado.
El medicamento puede ser letal para los perros si los perros se sobredosis con el medicamento. Una sobredosis puede ocurrir porque a muchos perros les encanta el sabor del hígado y se sienten como si estuvieran comiendo golosinas. Si un dueño deja la botella al alcance del perro, puede encontrar una manera de abrir la botella y comer el resto del medicamento.
La toxicidad en Rimadyl es fuerte, y los perros que toman la dosis recomendada aún pueden sufrir una sobredosis si la dosis recomendada es demasiado para su sistema. Los perros que tienen una sobredosis o que dependen de la medicina deben ser llevados a su veterinario lo antes posible. Los signos de toxicidad de Rimadyl son: náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago, problemas renales, aumento de sed o micción, falta de apetito, ictericia en la piel o encías y letargo.