Advil es una marca de ibuprofeno, un medicamento para el dolor que, según el sitio web de la compañía, no es adictivo. El ibuprofeno no crea hábito y no parece tener propiedades adictivas. A diferencia de los medicamentos narcóticos para el dolor, afecta el cuerpo sin afectar el cerebro.
En general, el riesgo de que una persona se vuelva adicta a cualquier tipo de analgésico es muy bajo cuando la persona solo lo toma adecuadamente para combatir el dolor, según la Clínica Mayo. El ibuprofeno tampoco causa síntomas de abstinencia, otro indicador clave de la adicción, según Advil. El medicamento tiene dosis recomendadas, y seguir las instrucciones reduce los posibles efectos secundarios, como problemas para comunicarse o para dormir.