Los tiburones y los delfines se parecen en muchos aspectos, compartiendo varias características físicas, como sus aletas laterales, aletas dorsales y cuerpos en forma de torpedo. Aunque estos animales varían enormemente, uno es de sangre fría y otro es de sangre caliente, ambos evolucionaron para la velocidad bajo el agua.
Los tiburones, que evolucionaron varios millones de años antes que los delfines, primero se adaptaron al agua con sus cuerpos hidrodinámicos. Los delfines, que evolucionaron mucho después de los tiburones de mamíferos terrestres, se adaptaron al agua con características físicas similares.
La coloración de los tiburones y los delfines actúa como camuflaje. Sus espaldas son de color gris oscuro o azul, y sus vientres son de color gris claro o blanco. Esto les ayuda a mezclarse con el océano cuando se ve desde arriba y desde abajo.
Sin embargo, también hay muchas diferencias entre los delfines y los tiburones. Por ejemplo, los delfines son mamíferos de sangre caliente, mientras que los tiburones son peces de sangre fría. Los delfines tienen una piel gruesa y gomosa y una capa de grasa que los aísla del frío. Los tiburones tienen escamas que les ayudan en su movimiento. Los tiburones no parpadean, y el agua les proporciona lubricación a los ojos. Tienen una membrana protectora que cubre sus ojos cuando están en peligro. Por otro lado, los delfines segregan un moco que lubrica sus ojos y los protege de las infecciones.