En los animales, las dos diferencias principales entre la formación de gametos masculinos y femeninos son el número de gametos maduros producidos durante la meiosis y la aparición general en el cuerpo. La meiosis en los machos produce cuatro células hijas que todos maduran para convertirse en células de esperma, mientras que la meiosis en las hembras genera cuatro células hijas que solo producen una óvulo u óvulo maduro. La producción de gametos ocurre diariamente en los machos, mientras que la maduración de los gametos en las hembras ocurre una vez al mes.
La meiosis se refiere al proceso de producir cuatro células haploides, conocidas como gametos, a partir de una célula madre diploide. También se conoce como gametogénesis. La meiosis se puede clasificar en función del tipo de gametos formados. La espermatogénesis produce espermatozoides y ocurre en los órganos reproductivos de los machos llamados testículos. Mientras tanto, la ovogénesis produce células ovulares y ocurre en los órganos reproductivos femeninos llamados ovarios. Las cuatro células espermáticas generadas durante la meiosis en los machos se originan a partir de un espermatogonio diploide. En las hembras, las cuatro células hijas provienen de un ovocito primario. Tres de las células hijas se convierten en cuerpos polares y eventualmente se descomponen y mueren, dejando solo una célula de huevo para madurar.
Un macho pubescente puede producir millones, o incluso miles de millones, de espermatozoides a la vez. Este proceso tiene lugar durante toda la vida de los hombres. En contraste, la ovogénesis comienza incluso antes del nacimiento de la hembra. La maduración de las células del huevo comienza en la pubertad y termina cuando la hembra alcanza la etapa de la menopausia.