San Francisco se encuentra en la falla de San Andrés, que es el límite de las placas del Pacífico y de América del Norte. La fricción entre estas dos placas a medida que se deslizan una a la otra es la causa de los terremotos en el área de la Bahía de San Francisco.
Las placas se mueven en direcciones opuestas una a la otra a una velocidad de solo un par de pulgadas por año. Aunque parezcan insignificantes, las placas se presionan fuertemente entre sí y se fijan en posición durante años a la vez, a pesar del movimiento subyacente. Cuando la presión alcanza un punto crítico, las placas se sacan de la posición bloqueada, lo que produce temblores y terremotos. Este tipo de falla se llama falla de transformación.