El sol no emite vitamina C. Sin embargo, la exposición de la piel desnuda a la luz solar ayuda a adquirir vitamina D. El sol en sí no proporciona vitamina D, sino que facilita su producción.
La cantidad de vitamina D que el cuerpo produce cuando se expone a la luz solar depende de varios factores, que son la hora del día, la ubicación geográfica, el color de la piel y la cantidad de piel expuesta. La piel produce más de esta vitamina cuando se expone al mediodía, cuando la ubicación está más cerca del ecuador, cuando la piel tiene un color más pálido y cuando se expone más piel.