Las arañas pueden prosperar y vivir en casi cualquier lugar: en los bordes del océano, en las plantas, debajo de las rocas, en los árboles, en las cuevas e incluso sobre el agua, según el Australian Museum. los únicos lugares que las arañas no pueden habitar son los océanos, las montañas más altas y las regiones polares. Las arañas se ven en casi todos los continentes.
Las especies de arañas que se ven a menudo en todas partes utilizan un comportamiento llamado globo. Algunas arañas, especialmente las arañas bebés, son tan ligeras que pueden sacar una línea muy delgada de hilo de seda que puede flotar en el viento, transportándolas hacia arriba y hacia afuera, y permitiendo que se extiendan por todo el mundo. Las arañas que habitan en casas pueden quedar atrapadas en muebles y otras cosas, y a menudo se mueven cuando las personas que viven allí se mudan a un lugar diferente.
El cambio climático, el aumento del nivel del mar y otros eventos ecológicos a veces pueden hacer que algunas especies de arañas se encuentren aisladas o atrapadas en sus hábitats actuales. Las arañas cavernas, por ejemplo, no pueden sobrevivir el tiempo suficiente para adaptarse fuera de su hábitat natural. Otras especies pueden adaptarse a su nuevo entorno y olvidar su hábitat anterior. Estas especies de arañas son importantes al proporcionar información valiosa sobre la adaptación y el proceso evolutivo de la araña.