Los depredadores del tarsier incluyen gatos, aves, serpientes grandes y carnívoros pequeños. Tarsiers tienen una conciencia muy desarrollada de su entorno, lo que les permite sentir la presencia de depredadores y usar sus fuertes patas traseras para Salto a la seguridad. La deforestación y la minería han afectado el hábitat del tarsier, lo que lleva a una disminución en el número. Muchos se capturan para el comercio de mascotas exóticas, pero no les va bien en sus nuevos entornos.
Tarsiers son nativos de los bosques de Malasia, Indonesia y el sur de Filipinas. Viviendo en los árboles, son una especie muy tímida y esquiva. Tarsiers tienen cuerpos pequeños con largas colas que tienen un mechón al final. Varían en color dependiendo de la especie, desde gris a marrón u ocre. Tienen patas traseras largas que les permiten saltar de rama en rama. Algunos pueden saltar hasta 16 pies. Sus dedos de manos y pies tienen uñas que usan para agarrar ramas y presas. Garras largas y curvas en su segundo y tercer dígito se utilizan para el aseo. Los tarsiers pueden girar la cabeza 180 grados en ambas direcciones, lo que les permite ver detrás de sí mismos mientras se mueven. Sus enormes ojos y orejas de murciélagos les permiten detectar presas y depredadores.