La mayoría de los plásticos están hechos de petróleo. El aceite es un hidrocarburo de cadena larga, lo que significa que está compuesto de largas cadenas de moléculas de carbono. Estas largas cadenas de moléculas de carbono le dan al plástico su fuerza y flexibilidad características.
El plástico está lleno de moléculas orgánicas largas, llamadas polímeros. Si bien la mayoría de los plásticos están hechos de petróleo o productos petroquímicos similares, pueden formarse a partir de casi cualquier polímero orgánico disponible. Diferentes tipos de plásticos son adecuados para diferentes tipos de tareas, y la forma en que se hacen varía de un tipo a otro. Algunos plásticos están diseñados para ser transparentes y transportar agua potable, mientras que otros están diseñados para ser opacos y transportar productos químicos peligrosos.
Además de ser fáciles de trabajar y fuertes, los plásticos son materiales benignos que no reaccionan con muchos productos químicos. Esta es la razón por la cual los plásticos pueden usarse para transportar muchos tipos diferentes de sustancias. Por ejemplo, el alcohol, la gasolina y algunos ácidos se pueden contener de forma segura en recipientes de plástico. Si bien esto es beneficioso para quienes producen plásticos o lo usan para fines comerciales, también significa que el plástico no se descompone rápidamente. Los plásticos pueden permanecer en los vertederos durante siglos antes de que los organismos microscópicos y los productos químicos puedan degradarlos.