La composición exacta de la arena varía de una región a otra, pero en la mayoría de los casos es una mezcla de dióxido de silicio, rocas meteorizadas y minerales locales, carbonato de calcio de los arrecifes y restos de criaturas marinas microscópicas. fuerte> La acción de las olas del océano o el viento muele este material hasta que todo lo que queda son pequeños fragmentos.
El material que compone la arena le confiere sus características únicas. La mayor parte de la arena del interior, incluida la que se encuentra en los desiertos, consiste en dióxido de silicio o cuarzo convertido en partículas diminutas. En algunos casos, la arena del desierto también puede ser arrastrada por cuerpos de agua cercanos. Las arenas tropicales son a menudo los restos de arrecifes u otras criaturas marinas, a veces mezcladas con cuarzo y otras arenas minerales. Las playas de Hawai, por otro lado, son casi totalmente remanentes de carbonato de calcio de las criaturas marinas, ya que las islas no tienen una fuente natural de cuarzo disponible.
La arena puede tener diferentes colores dependiendo de los minerales u otros materiales presentes. La arena de carbonato de calcio es un blanco vivo, mientras que la arena formada por hematita puede variar de naranja a rosa. El olivino le da a la arena un tinte verdoso, mientras que el hierro le da un color amarillo. En algunas zonas tropicales, la piedra volcánica y el vidrio producen arena de color negro intenso.