El helio es un gas incoloro e inodoro en su estado natural. Emite un color azul neón cuando se quema. Cuando una corriente eléctrica lo atraviesa, el helio es de color melocotón pálido a naranja.
El helio no es reactivo y es más liviano que el aire, lo que lo hace ideal para usarlo en clima o globos decorativos. El helio se utiliza para mantener frescos los instrumentos de satélite, las naves espaciales y las máquinas de MRI. Después del hidrógeno, el helio es el segundo gas más abundante en el universo. Está presente en todas las estrellas y no tiene un papel biológico conocido. El helio no es tóxico y lo utilizan los buceadores de aguas profundas a una tasa de 80 por ciento de helio y 20 por ciento de oxígeno.