Cada oreja de un gato tiene 30 músculos. Estos músculos permiten a los gatos cambiar la orientación de sus orejas para que puedan escuchar claramente lo que sucede a su alrededor. Las orejas giran para ayudar a los gatos a determinar la dirección de los sonidos, y las posiciones específicas de las orejas de los gatos muestran una variedad de emociones.
Cuando los gatos están alertas y curiosos, sus orejas están erguidas y miran hacia adelante. Cuando un gato comienza a sentirse molesto, molesto o asustado, las orejas se aplanan, casi como las alas de un avión. Si las orejas se mueven o vibran, el gato se está agravando cada vez más. Los gatos que están completamente asustados o enojados aplanan sus oídos a sus cabezas. Esto protege los oídos en caso de un ataque.