El sulfuro contiene 18 electrones. Es un ion de azufre con carga negativa, y su carga proviene de tener dos electrones más que los átomos de azufre comunes.
Los iones se forman cuando un átomo de un elemento gana o pierde electrones, creando un desajuste entre la cantidad de electrones y la cantidad de protones. Como los electrones tienen una carga negativa, tener más electrones de lo normal le da a un átomo una carga negativa en general. La carga de sulfuro la convierte en una base fuerte, ya que puede recombinarse fácilmente con hidrógeno para captar un protón y equilibrar su electronegatividad. Las bases en general son moléculas que donan electrones fácilmente, y el sulfuro tiene dos para ofrecer, lo que lo hace bastante reactivo.
