Según Prevención, comer hasta tres manzanas al día puede promover la pérdida de peso. Aunque la diferencia puede no notarse en tres días, comer estas manzanas puede ayudar al cuerpo a restablecer el equilibrio intestinal.
Algunos componentes clave que se encuentran en las manzanas, como la fibra y los polifenoles, son de digestión lenta y se fermentan en el colon, lo que ayuda al cuerpo a superar las bacterias dañinas y a alimentar a las bacterias buenas, y las manzanas ácidas tienden a ser mejores que las variedades más dulces. Según Prevención, un estudio realizado con ratones demostró que las entrañas de los ratones obesos se transformaban en vísceras similares a las de los ratones delgados cuando consumían manzanas regularmente.