Las personas necesitan un conducto radicular cuando tienen un nervio dental infectado o una pulpa dental dañada, de acuerdo con WebMD. Estas afecciones son el resultado de caries o infecciones, y son dolorosas. La extirpación del nervio y la pulpa están destinadas a prevenir complicaciones adicionales y eliminar las molestias a largo plazo.
Sin un conducto radicular, una persona puede experimentar un empeoramiento de los problemas, incluida una caries más profunda, múltiples procedimientos dentales futuros y coronas defectuosas, según la Asociación Americana de Endodoncia. Después de la extracción de la pulpa, el dentista limpia y sella el interior del diente para eliminar la infección y prevenir futuras infecciones. Un conducto radicular eficaz restaura el diente al funcionamiento adecuado.
