Los problemas dentales y las alergias pueden hacer que una persona pierda el sentido del gusto, según lo declarado por Mayo Clinic. Las lesiones en la cabeza y la cara también pueden causar esto.
Otras razones por las que una persona puede perder su sentido del gusto incluyen fumar o enfermedades, como la enfermedad de Parkinson. Perder el sentido del gusto o el olfato no es infrecuente, como lo afirma el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación. El gusto y el olfato están estrechamente relacionados, por lo que cuando una persona experimenta una pérdida de uno, a menudo resulta en una pérdida del otro. Cuando una persona experimenta una pérdida repentina de sabor u olor, debe consultar a su médico.