Los síntomas de la ruptura de un quiste de Baker incluyen dolor agudo generalizado en el área de la rodilla, hinchazón y enrojecimiento de la pantorrilla o una sensación de agua corriendo por la pantorrilla, según la Clínica Mayo. Estos síntomas ocurren cuando se quiebra un quiste y el líquido sinovial que se encuentra dentro se filtra hacia la pantorrilla. Debido a que estos síntomas son similares a los de un coágulo de sangre, se requiere la evaluación inmediata de los síntomas por parte de un profesional médico.
Los quistes de Baker son causados por la acumulación de líquido sinovial en la pierna, señala la Clínica Mayo. Este líquido lubrica la pierna, lo que permite que se mueva libremente y reduce la fricción entre las partes de la rodilla. Sin embargo, si la rodilla produce un nivel excesivo de líquido sinovial, se puede desarrollar un quiste de Baker lleno de este líquido en la parte posterior de la rodilla. Muchas veces, el quiste de Baker es causado por artritis u otros tipos de inflamación que se producen en las articulaciones de la rodilla. También puede resultar de desgarros de cartílago y otras lesiones de rodilla.
Un quiste de Baker generalmente se trata con inyecciones de cortisona en la articulación de la rodilla para aliviar el dolor o drenar el líquido de la rodilla durante un procedimiento de aspiración de rodilla, informa la Clínica Mayo. Las muletas, envolturas de compresión y formación de hielo en el área también pueden reducir directa o indirectamente la hinchazón y aliviar el dolor causado por un quiste de Baker.