Si bien los masajes están destinados a ayudar a las personas a sentirse relajadas, pueden causar efectos secundarios. En un estudio realizado por los Institutos Nacionales de Ciencias de la Salud, se encontró que los masajes pueden causar dolor muscular, fatiga, dolores de cabeza e incluso moretones.
Se piensa que los masajes causan efectos secundarios porque liberan toxinas y reducen la inflamación en el cuerpo. Al hacerlo, estas toxinas pueden hacer que una persona se sienta enferma hasta que son expulsadas del sistema.
Para muchas personas, los efectos positivos superan a los sentimientos negativos. Se ha demostrado que los masajes ayudan a mejorar el estado de ánimo y el bienestar general, e incluso se han relacionado con la mejora de la función respiratoria y digestiva. Los masajes a menudo se recomiendan para pacientes con cáncer o mujeres embarazadas como una opción de tratamiento para reducir los síntomas negativos.