Los ganglios linfáticos inflamados suelen ser el único síntoma directamente asociado con la metástasis de los ganglios linfáticos o la propagación del cáncer a los ganglios linfáticos, según la American Cancer Society. Los ganglios linfáticos que solo están afectados por unos pocos cáncer Las células pueden verse y sentirse completamente normales, lo que requiere la extracción quirúrgica y el análisis de laboratorio para la detección del cáncer.
La inflamación de los ganglios linfáticos también es indicativa de otras afecciones o enfermedades médicas, como la faringitis estreptocócica, la varicela y la enfermedad del sistema inmunológico, afirma la Sociedad Americana del Cáncer. Por ejemplo, una infección de oído puede provocar inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de oído y fiebre. Sin embargo, la inflamación de los ganglios linfáticos también puede apuntar a cánceres específicos como el linfoma y la leucemia, así como a la metástasis de otros cánceres. Los ganglios linfáticos comúnmente se hinchan en las axilas, el cuello y el área de la ingle, generalmente de un área a la vez.
El cáncer encontrado en los ganglios linfáticos afecta directamente la estadificación del cáncer, explica la Sociedad Americana del Cáncer. El cáncer que se ha diseminado al sistema linfático no siempre cambia el plan de tratamiento. Por ejemplo, los ganglios linfáticos afectados cerca del sitio del tumor primario solo pueden requerir cirugía, mientras que la radiación y la quimioterapia adicionales generalmente se requieren para metástasis a distancia. El sistema linfático filtra los líquidos y sustancias en el cuerpo y combate las infecciones. Sin embargo, este mismo sistema es capaz de transportar células cancerosas que se han desprendido del tumor primario a otros órganos o áreas del cuerpo.