Algunos síntomas de un posible mal funcionamiento de la derivación ventriculoperitoneal incluyen un dolor de cabeza que aumenta en gravedad, vómitos, fatiga e irritabilidad, según Baylor Scott y White Health. Los pacientes con derivaciones VP también pueden experimentar visión doble, pérdida de visión o visión borrosa. Otros síntomas incluyen cambios de personalidad e hinchazón a lo largo del área donde el cirujano colocó la derivación.
Un bebé menor de 1 año con una derivación VP que funciona mal puede tener su cabeza entera comenzando a hincharse, afirman Baylor Scott y White Health. También puede volverse muy quisquilloso, rehusarse a comer y tener ataques de llanto agudo. Un niño mayor que puede hablar puede ponerse de mal humor, lloriquear o impacientarse. Puede haber un punto blando en la cabeza del niño que comienza a hincharse.
Un adulto con una derivación VP defectuosa puede experimentar los mismos tipos de síntomas que tenía antes de que el cirujano colocara la derivación, señala Baylor Scott y White Health. Los pacientes de edad avanzada pueden tener dificultades para caminar o controlar la vejiga. También pueden experimentar problemas mentales.
Las personas con derivaciones VP que experimentan cualquiera de estos síntomas deben buscar atención médica inmediata, advierten Baylor Scott y White Health. También deben buscar signos de infección de la derivación VP, que incluyen fiebre y dolor, hinchazón o enrojecimiento en el área cercana a la derivación. Una infección puede hacer que la derivación deje de funcionar.