Los síntomas de la sepsis incluyen fiebre con escalofríos o una temperatura corporal muy baja, disminución de la micción, ritmo cardíaco rápido y respiración acelerada, explica WebMD. Otros síntomas incluyen náuseas, vómitos y diarrea.
La sepsis es un proceso que ocurre en tres etapas. Comienza con una sepsis básica, se convierte en una sepsis grave y luego progresa a un shock séptico, según la Clínica Mayo. La sepsis grave causa una disminución significativa en la producción de orina, un cambio repentino en el estado mental, una disminución del recuento de plaquetas, dificultad para respirar y una función cardíaca anormal. El diagnóstico de shock séptico se realiza cuando los pacientes presentan signos y síntomas de sepsis más una presión arterial muy baja que no responde al reemplazo de líquidos.
La sepsis es una afección potencialmente mortal que comienza con una infección, explica la Clínica Mayo. El cuerpo responde a la infección al liberar una serie de productos químicos inflamatorios en el torrente sanguíneo, lo que provoca una cascada de cambios. Las sustancias químicas inflamatorias dañan los órganos y hacen que fallen. Las infecciones que causan sepsis incluyen neumonía, infecciones abdominales, infecciones renales e infecciones en el torrente sanguíneo.
El riesgo de desarrollar sepsis es mayor en adultos mayores de 65 años, pacientes infectados con una bacteria resistente a los medicamentos y personas que tienen una disfunción del sistema inmunológico, describe la Clínica Mayo. El tratamiento temprano y agresivo de la sepsis se asocia con una mejor probabilidad de supervivencia. El tratamiento incluye antibióticos, vasopresores, cuidados de apoyo y cirugía.