Los síntomas de la gastritis alcohólica incluyen: náuseas, malestar estomacal, sensación de ardor después de comer y por la noche, dolor abdominal y distensión abdominal, indigestión, vómitos, hipo, heces negras y alquitranadas y disminución del apetito. Gastritis Se presenta en dos formas básicas: aguda y crónica. La afección se debe a la inflamación o erosión de los revestimientos musculares en el estómago y el esófago y, en la forma aguda de gastritis, los síntomas aparecen repentinamente, mientras que aumentan gradualmente con el tiempo en la gastritis crónica.
Con gastritis, el tratamiento varía según la fuente de irritación. Además del consumo excesivo de alcohol, las causas de la gastritis incluyen el estrés excesivo y el uso de ciertos medicamentos. La presencia de una determinada bacteria, llamada Helicobacter pylori, que se incrusta en el revestimiento del estómago, también puede desencadenar gastritis. Ciertas formas de anemia y una deficiencia de vitamina B12 también causan algunos casos de gastritis. Por último, las infecciones bacterianas y virales también contribuyen al desarrollo de la gastritis. Según WebMD, los pacientes que experimentan síntomas de gastritis crónica y de corto plazo deben consultar a sus médicos para realizar pruebas. Si no se trata, la gastritis puede empeorar. Los pacientes también pueden desarrollar problemas digestivos secundarios, como úlceras e incluso cáncer de estómago. Para el diagnóstico, los médicos pueden preguntar acerca de la historia médica, incluida la historia de gastritis en la familia. Los médicos pueden solicitar análisis de sangre, una endoscopia superior o una prueba fecal para el diagnóstico.