Los síntomas de la enfermedad pulmonar blanca, o asbestosis, incluyen dificultad para respirar y una tos seca que no desaparece, según la Clínica Mayo. El paciente pierde el apetito, pierde peso y tiene las yemas de los palos pegadas. También siente opresión o dolor en el pecho.
A veces, los síntomas de la asbestosis no aparecen durante décadas, dice la Clínica Mayo. El asbesto es un tipo de mineral que estaba presente en todo tipo de productos para el hogar, incluyendo pisos, pintura, aislamiento y techos, hasta que el gobierno lo prohibió por causar una enfermedad pulmonar. Las personas que trabajaban con asbesto corrían el riesgo de respirar las fibras, que luego quedaban atrapadas en los pequeños sacos de aire en los pulmones llamados alvéolos. Esto llevó a la cicatrización, lo que finalmente llevó a la asbestosis. Fumar hace que la progresión de la enfermedad avance aún más rápido.
El médico diagnostica asbestosis a través de tomografías computarizadas, radiografías de tórax y pruebas de función pulmonar, afirma la Clínica Mayo. Los pulmones aparecen blancos en la radiografía, lo que le da a la enfermedad un nombre alternativo.
No hay un tratamiento que pueda revertir completamente la asbestosis, afirma la Clínica Mayo. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas del paciente y evitar que la enfermedad progrese. Con este fin, el médico puede prescribir oxígeno suplementario para el paciente, que se administra a través de una cánula nasal. El paciente también puede ser elegible para un trasplante de pulmón.