Los niveles normales para lipoproteínas de baja densidad, o LDL, son 129 miligrans por decilitro para personas sin riesgo de enfermedad cardíaca, según la Clínica Mayo. Para otros, los niveles normales son 70 miligramos por decilitro para aquellos con alto riesgo y 100 miligramos por decilitro para aquellos con alto riesgo.
El LDL a veces se denomina colesterol malo porque es un factor primordial en las enfermedades del corazón. La Clínica Mayo explica que este colesterol se acumula en las arterias y causa obstrucciones que dificultan que la sangre llegue al corazón o al cerebro, lo que lleva a un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Mantener los niveles de este colesterol dentro de un rango normal reduce el riesgo general de una persona.