Robert Hooke fue uno de los últimos grandes investigadores de la era científica temprana. Era un virtuoso que hizo importantes contribuciones a casi todos los campos de estudio en los que estaba interesado, desde la astronomía hasta la zoología. Hooke inventó el microscopio compuesto con el que confirmó el descubrimiento de microbios por Van Leeuwenhoek, argumentó que los fósiles eran de origen biológico y creó una ecuación para describir la elasticidad que todavía lleva su nombre.
Los logros de Robert Hooke como ingeniero fueron impresionantes. Inventó el diafragma de iris, la articulación universal y el respirador. Pisó lentes y montó sus propios microscopios para estudiar la vida a pequeña escala, acuñando incidentalmente la palabra "célula" para la estructura básica de los tejidos biológicos, y mejoró enormemente el diseño del reloj con el resorte de equilibrio.
Como teórico, Hooke es responsable de la comprensión moderna de cómo se forman los fósiles por la intrusión de "agua petrificadora". También sugirió lo que ahora se conoce como la elevación geológica como el mecanismo por el cual la vida marina fósil se posaba en las cimas de las montañas. Hooke desarrolló la teoría correcta de la combustión y, aunque todavía era un estudiante, ayudó a Robert Boyle a determinar la relación entre la presión del gas y el volumen.
Robert Hooke también fue considerado como un gran dibujante y diseñador de experimentos. Fue miembro fundador de la Royal Society, profesor de geometría y ocupó el cargo de Jefe Topógrafo. Hooke también desempeñó un papel principal en la reconstrucción de Londres después del Gran Incendio de 1666.