Los elementos de no ficción son el punto de vista, el desarrollo del personaje, la narrativa y la dramatización. Los autores de obras de no ficción a menudo usan los mismos elementos básicos que los autores de ficción para contar una historia convincente.
En la no ficción, es necesario un punto de vista para contar la historia. Memorias y autobiografías contadas en primera persona. La mayoría de las biografías son contadas en tercera persona por alguien que está relatando la información que ha reunido sobre la historia. Los manuales de instrucciones, las guías prácticas y los libros de autoayuda suelen estar escritos en segunda persona.
Cada historia tiene personajes, pero en la no ficción, estos personajes son personas reales. Para que el trabajo sea relatable o empático, los autores de no ficción a menudo siguen las mismas convenciones que los autores de ficción y desarrollan personajes que captan la atención del lector. El autor describe descripciones físicas, rasgos de personalidad e historias detalladas para dar a los personajes profundidad y relatabilidad.
La escritura de no ficción generalmente sigue una línea de tiempo para una narrativa que es lineal o no lineal, dependiendo de cómo el autor cuenta la historia. Los autores pueden elegir contar un historial de principio a fin o saltar de una vez a otra para crear paralelos con otros personajes o eventos. El autor elige cuidadosamente una narrativa para realzar cualquier dramatización. En la mayor parte de la no ficción, la historia contada se centra en un conflicto o tema central que define el propósito del trabajo.