El acero es una aleación compuesta de carbono y acero. La combinación puede variar, pero el acero es famoso por su resistencia a la tracción. El carbono y el hierro forman una red cristalina que refuerza el metal resistente.
El acero contiene entre un 0,002 por ciento y un 2,1 por ciento de carbono con cantidades variables que clasifican la calidad del acero. El bajo contenido de carbono en la aleación produce una aleación maleable, mientras que las altas cantidades de carbono dan como resultado una aleación dura y quebradiza comúnmente conocida como arrabio. Las aleaciones de acero también pueden modificarse agregando pequeñas cantidades de manganeso, níquel, fósforo, azufre y varios otros elementos. También son comunes las pequeñas trazas de oxígeno, nitrógeno y aluminio.
Si la aleación se moldea con más de 2.1 por ciento de carbono, se considera hierro fundido. Del mismo modo, el acero se diferencia del hierro forjado en las grandes cantidades de escoria en este último.
El acero inoxidable es un acero común utilizado por su resistencia y capacidad para resistir la corrosión. El acero inoxidable se fabrica agregando cromo al acero para agregar una película protectora de óxido a la superficie.
La producción de acero moderna es una industria enorme que empequeñece al segundo metal más producido, el aluminio. Las principales razones de su éxito son los bajos costos de producción, la abundancia de materias primas y la amplia gama de propiedades mecánicas.