El hambre causa pérdida de peso en adultos y retraso del crecimiento en los niños. Si la hambruna continúa por un período de tiempo prolongado, la desnutrición comienza a causar un aumento de la mortalidad. Los jóvenes y los viejos tienden a morir primero, y con frecuencia las enfermedades matan a más individuos que la inanición manifiesta. Las migraciones masivas pueden ocurrir en respuesta a las hambrunas.
Además de los efectos biológicos de la hambruna, la hambruna causa un colapso estructural de la sociedad y puede llevar a transformaciones dramáticas en las prácticas culturales, las religiones y la estructura del gobierno.
Los adultos sanos son bastante resistentes a las reducciones en la ingesta de alimentos. Reducir la ingesta calórica normal a la mitad reduce el peso corporal de una persona en un 25 por ciento, pero los adultos pueden vivir durante largos períodos de tiempo en este estado. Reducir la ingesta calórica aún más resulta en una menor resistencia a la enfermedad. Los adultos que sobreviven a un período de ingesta calórica muy reducida generalmente pueden recuperarse completamente cuando se restaura una nutrición adecuada.
Los niños sometidos a una severa restricción calórica durante una hambruna a menudo son afectados permanentemente, tanto física como mentalmente, incluso después de que se restaura una nutrición adecuada. Los niños sobrevivientes de hambruna experimentan un retraso en el crecimiento, con una reducción promedio en la estatura adulta de 1.1 pulgadas. También hay efectos mentales, y los sobrevivientes de la hambruna alcanzan 6,8 años menos de educación. La capacidad para trabajar como adulto también se reduce en un promedio de 12.6 horas por semana.
