Los cuatro tipos de lava son basáltico, andesítico, dacítico y riolítico. El basáltico se divide en almohadas, a'a y pahoehoe lava. La principal diferencia entre estos tipos es la cantidad de sílice que contienen. Un mayor contenido de sílice da como resultado flujos más lentos, más fríos y más explosivos.
Los flujos de lava basáltica son los más calientes y más comunes, y aparecen como flujos de almohadas cuando los volcanes estallan bajo el agua o el hielo. Estos flujos se acumulan, creando montañas submarinas e islas a lo largo del tiempo. Los flujos riolíticos son gruesos y lentos, creando rocas cristalizantes como el granito. La lava andesítica es común en las montañas de los Andes y es una forma intermedia entre basáltico y riolítico. El dacítico se encuentra entre el riolítico y la viscosidad andesica.